"Pareces tan lejana, y sin embargo te tengo aquí a mi lado. Tu mirada está perdida, como si lo que pasara en la calle fuera más interesante que lo que está sucediendo entre nosotros. Tu carne ya no exhuda ese placer que me hacia delirar y me volvía loco, sin embargo sigo adelante e intento domarte como cuando éramos uno solo. Tenerte en mi cama y sentir tu cuerpo una y otra vez mío es lo que me reconforta, aunque sé que no sientes lo mismo que sentías antes por mi. Tal vez es cierto que mi agresividad a veces me lleva hacer cosas que no quiero y que él era bueno contigo, pero sólo yo sé tratarte como a ti te gusta y lo hago con toda delicadeza, porque al final sólo tú logras hacerme sentir completo, y por tenerte conmigo haría cualquier cosa.
"Mientras estoy dentro de ti, observo que estás tan quieta... ya no gimes, ya no me miras, ya no me tocas como antes. Pero no importa, porque sé moverme como a ti te gusta y en el fondo estás contenta, sé que te gusta. Tu cabello, tu piel y tu olor me hacen olvidar nuestros inconvenientes y el que alguna vez me dejaste por otro, porque hoy estás conmigo y sé que me amas aunque no me lo digas.
"Hemos estado semanas en mi dormitorio y viviría por siempre así contigo, porque ya nada importa. Te tengo para siempre, eres sólo mía y yo soy sólo tuyo y el hecho de que ya no respires no evitará que nos demostremos nuestro amor".
No hay comentarios:
Publicar un comentario